Oliver, de 12 años, es un prodigio de la tecnología, cuyo experimento en la feria de ciencias de la escuela le sale mal, pues acaba creando una conexión telepática entre él y su perro. A partir de ese momento, el vínculo que une a Oliver y su perro se fortalece mientras intentan superar las complicaciones en la escuela y ayudan a los padres de Oliver a reavivar su matrimonio.